jueves, 24 de noviembre de 2016

JUNIO 10b. Martes 11, 11:30 am





Ciudad  del  Este, Martes  11,  11:30 am.


Dante le dio a Nik un golpazo que lo hizo saltar del sillón. Se le cayó el vaso  de whisky, abrió los ojos , levantó la cabeza y miró a Dante. 
--- ¿Qué puta? – dijo.

Dante se rió.
--- ¿Durmiendo ruso?
Nik estaba turbado.
--- Te esperaba – tartamudeó.

Dante  vestía la campera de cuero negro y llevaba anteojos de sol. 
Lo miró con curiosidad.
--- ¿Para qué me esperas?
--- Se que tenés que irte de negocios  ¿Me equivoco? Nada,me ofrezco a llevarte en mi Chevy amarillo ¿Vale?

Marìe Elena se rió.
--- ¿En el Chevy amarillo? No van a llegar ni a "Los Jacarandas" que está a 30 km – dijo.

Dante miró a su mujer y se volvió a Nik.
--- ¿Esa carcacha  aguanta 150 km? -- dijo.
Nik se apuró.
--- Y 1500 también. Yo no tengo problemas  ¿y vos? -- dijo.

Dante hizo un gesto con la boca, movió la cabeza y los hombros.
--- ¿Yo? No se... 
Se sentó en el sofac pensativo, se paró y se fue detrás de Marìe al interior de la casa. Nikita lo miró y se preguntó "¿A este, qué mierda le pasa?" 
A los 20 minutos regresó, le volvió a pegar en la espalda.
--- ¡No problem! Nos vamos -- dijo.

El viaje les tensó el cuerpo y empezaron a dar vueltas  sin sentido. El gato percibió la agitación de los humanos y saltó al techo del modular.

“¡Vaya este gato rayado! Nos mira desde el techo y se ríe” Se dijo Nik.
                                                      
Marìe Elena entró en la sala con los chicos de saco, camisa blanca, corbata y pantalones negros el varón y pollera negra la nena. Era el uniforme de la bilingue. 

--- Saluden -- dijo a los peques.
Caminaron hasta la puerta, allí se pararon como un tapón en el pasillo, Marìe Elena   miró a los dos tipos haciendo planes para irse,  movió la cabeza  "Están locos", pensó.

Y los tres salieron al día gris, sintieron el viento frío y la pertinaz lluvia que los obligaba apurar el paso, cada vez que pisaban la calle desde el lunes. Hoy no fue la excepción: y corrieron hasta el auto.

Dante se sentó en el sillón y le dijo a Nik que harían las cosas "Tranqui, tranqui".
--- ¿Querés unas líneas? – dijo.
Nik  sacudió la cabeza.  
--- Claro, dale.

Boludearon con otro whisky y la  Led de fondo, con la imagen parpadeante y el sonido  en el canal Crónica Tv.

Dante explicaba el itinerario como un GPS en vivo y directo.


Cuando regresó Marìe Elena,   los vio   en el sofac estirados y relajados. 
--- ¿Prepararon algo para comer? --- dijo.
Y se perdió en el interior del laberinto de las habitaciones. 

Dante pidió al Delivery  por el Iphone: 3 pizzas, empanadas y una torta helada. 
Nik lo miró. Dante no se había sacado los anteojos para el sol.
--- ¿Tenés algo en los ojos? -- dijo.
--- Nada, me gusta como me queda. 

Llegó el cadete con las 3 cajas de pizza y las empanadas, y salió cagando aceite en la moto a buscar  la torta helada bajo la lluvia.

Marìe Elena hizo lugar en la mesa chica de la sala y acompañaron las porciones de pizza con  generosos vasos de moscato. 



“Moscato, pizza y Fainá” de Memphis la Blusera.  Dante puso el Karaoke y cantaron los tres a coro como chiflados. 



“Lavalle a la hora 23, las chuchis hierven. 
Las luces se encienden,

Calle Corrientes, se llena de gente, que viene y  va, 
salen del cine, ríen y lloran, se aman, se pelean,
se vuelven a amar y en la Universal, fin de la noche,
moscato, pizza y fainá,
moscato, pizza y fainá” 

Para cuando la canción era "hit" en Buenos Aires, los tres tenían 3 años en el siglo pasado. Adrián Otero, el que la compuso   y  cantó con la banda,   falleció en un accidente en el 2008 ¿Se volvieron viejos Maríe Elena, Dante y Nik en el nuevo siglo a los treinta y pico? O eran "saudades" que motivaban  recuerdos de algún lugar, en los cuales habían dejado retazo de sus vidas en las calles céntricas de Buenos Aires.

No solamente cantaron karaoke, también se rieron de  las pizzerías de la Ciudad del Este  y los hornos pizzeros a gas envasado. Se hundieron en los recuerdos de   las pizzas de Buenos Aires  "¡La mejor pizza molde o a la piedra en horno de leña!"




Hace 12 años atrás,  eran jóvenes, comían  de dorapa engullendo la porción con un vaso de moscato en Guerrin Av. Corrientes; en Villa Crespo, “Angelín”; “El Cuartito” de Recoleta; “La Guitarrita” en Nuñez; “Nápoles” también en Villa Crespo; “Rosario” en Palermo; “La Universal” de Florida… cada barrio tenía su pizzería  y los tres terminaron añorando todo: Parque Chaz, Plaza Francia, Plaza Rivadavia, San Telmo, Av. Corrientes, los teatros Off, Astor Piazzola y  la concha de la madre. 

“¿Dónde mierda vinimos a parar?” dijo Nik y los tres largaron una carcajada que obligó al gato levantar la cabeza y mirarlos, sin pestañar.

Sobrevino la pausa para la digestión.
La sala sobre calefaccionada   los había dejado pesados y somnolientos.

Dante prendió un porro y se lo fueron pasando en ronda; después  Marìe Elena y Dante se retiraron al dormitorio y Nik se acostó en el diván. Estaba cansado, se le cerraban los ojos y cuando el gato saltó a su lado ronroneando no le importó. El gato apoyó la cabeza en la panza de Nik y los dos se durmieron.

Nik no supo a que hora Marìe Elena atravesó la sala; el gato saltó y con la cola levantada como un periscopio, la siguió.

Entró Dante arreglándose los pantalones.  
Mientras Marìe Elena preparaba  café, el gato saltó a  la mesada, tomó leche de un plato hondo  y desapareció.

Marìe Elena trajo el café, la torta de chocolate y  tres copas de coñac. 

Marìe Elena salió a buscar a los chicos a la escuela, dejó a Nik y Dante pesados y tirados en el sofá con la mirada perdida en el brillo de la pantalla de la televisión.

Estaban somnolientos y aletargados por el whisky, el coñac y la alefacción. Dante sacó un porro, lo prendió y empezaron el pasaporro sin hablar y con los ojos entrecerrados.

Nikita miró el reloj.


                     juniolibro.blogspot.com ¿Qué tiene Nikita Artemiev? Relato 10

---  Mirá la hora -- dijo.
--- No importa ruso. Si no nos vamos hoy, nos vamos mañana. 

Nik no contestó, tomó un trago  y pensó "Hoy es martes y tengo que volver otra vez al piso de la Torre de los Maestros ¿Cuándo mierda nos vamos?  


FIN
RELATO / 10

"Los hechos y personajes de este Relato son ficticios. Cualquier similitud con la realidad es pura coincidencia"

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SEGUIMOS  EN  CURSO

RELATO  11


Nik se desperezó.
--- ¿Qué hacemos?
Dante lo miró.

---Aguanta,  ya vengo -- dijo
.Para Nik,  estar solo, sin que nada lo distraiga, era fatal. ¡Mierda, estaba destruido! Husmeo entre   los pocos libros.
Encontró en el estante dos libros que Nikita le había regalado a Eva.  Un puto descubrimiento para encabronar su pinche humor.





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TE  PUEDE  INTERESAR

RELATO  9

juniolibro.blogspot.com ¿Qué tiene Nikita Artemiev? Relato 9

Este asuntillo  “¡Querés coger, pagá!” de la noche anterior, lo sacó de la cancha con tarjeta roja escrachada en su jeta  y  Nikita  reaccionó mal, ofendido y  en caliente se fue de mambo. Si hubiese  pensado  diez  segundos, reconocería que las palabras de Freuke “¡Querés coger, pagá!"  No tenían nada de sorprendente u ofensivo, porque a Nik le sangraba el culo de pagar todas y cada una de las cuentas de la familia. Era una provocación y desprecio que Freuke le tiraba cuando Nik se ponía pesado.

RELATO  5



El lunes 10 había empezado para Nikita a las 6:58 am esperando ser recibido por el gerente  del Banco  Provincia. A las 4:37 pm y todavía no había terminado con el papeleo. La discusión que tuvo   con Freuke fue una de las peleas “duras” y Nik todavía temblaba cuando bajó del Edificio de los Maestros y salió a la calle. Nikita y Freuke desde años tenían peleas: a cuatro o seis vueltas. En ocasiones: semifondo a diez rounds y las  de fondo a quince ¿Cómo mierda sobrevivieron? 

RELATO  7

¿Qué tiene Nikita Artemiev? juniolibro.blogspot.com. Relato 7

Cuando Nikita entró, Papa Luigi no se levantó a recibirlo. Papa Luigi, el esposo de Eva,  recibió a Nik sentado en el sillón. Vestía un elegante saco chaqueta corte robe de terciopelo azul marino ajustado con un lazo, un pantalón blanco y mocasines.

RELATO  8

¿Qué tiene Nikita Artemiev? juniolibro.blogspot.com  Relato 8


¿Y su mujer Freuke?   Ese rollo estaba acabado y la intimidad sexual  desde  hace cinco años no existía. Freuke cerró las piernas y cayó la persiana del kiosko. En este punto,  Nik había perdido el rumbo, se levantó, corrió alrededor del escritorio y se derrumbó sobre el sillón. Estaba de puta madre.  Con la mente alterada, deseaba poseer una mujer para liberarse de la presión de la sangre que vomitaba el corazón.

Nikita era una bomba de tiempo.

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jueves, 17 de noviembre de 2016

JUNIO 10 a. - Martes 11, 11:30 am




juniolibro.blogspot.com.ar ¿Qué tiene Nikita Artemiev?


Ciudad  del  Este; Martes,  11:30 am


Nikita tocó la aldaba de la  puerta  de la casa de Dante. Se atajó de un ramalazo de viento y agua y escuchó a Marìe Elena taconear por el corredor gritándoles a los chicos que dejen de boludear y que se preparen para ir a la bilingüe.

Marìe Elena abrió la puerta, Nik la saludó con un beso en la mejilla y el aliento a  vodka le sorprendió a la mujer “¿Tan temprano Nikita?” Pensó decirle, pero disimuló con una sonrisa.

--- ¿Qué te trae?  Pero… pasá que te estas mojando – dijo.

Nik sonrió.

Marìe Elena tenía puesto un vestido rojo estampado con motivos florales y el escote  abarcaba  parte del generoso busto del cual asomaba el exquisito tatoo: un bouquet  floral de colores pastel saliendo de la unión de los dos senos. No se había terminado de vestir  y mostraba un angelito, otro tatoo coloreado en el ante brazo derecho. Nik imaginó que sobre su piel tendría mas dibujos,   tal vez en el triangulo, arriba de la unión de los glúteos  y en la intimidad de otras partes del cuerpo. 

Marìe Elena tenía ojos dorados y el pelo hasta los hombros con reflejos rojizos. Tenía las uñas pintadas del color de sus ojos.  Atractiva y alegre; hablaba riendo  y su risa era contagiosa: a Nik, le  barrió las nubes tóxicas,  que lo habían envuelto hasta llegar al portón  de la casa de Maríe Elena y Dante.  

Nik perecibió el halo  sexual que despedía la mujer  y miró la tersa y delicada piel lechosa de los senos  y el bouquet floral que asomaba entre  ellos.  Nik miraba complacido, como un idiota y no se daba cuenta en  la incomodidad que su pertinaz mirada provocaba en  la mujer.

Era una tontera ponerse así, diría Nik, en razón de que Marìe, no había leído los  “Papers de estudios  alemanes” que afirmaban: “Si un hombre mira fijamente los senos de una mujer, puede vivir cinco años más … mirar los senos de las mujeres diez minutos al día, prolonga la vida, ya que equivale a hacer 30 minutos de ejercicio aeróbico debido a cambios producidos en la presión arterial y los biorritmos del corazón” ¡Ahí tenés guaso lo que te digo!

Seguramente, de saberlo Marìe Elena, hubiese dicho “¿Y a mí que me importa? No me gusta que claves tus ojos en mis tetas"

Los hijos de Marìe: Luis Alberto (Beto) y Luisa Eva, cruzaron como rayo el comedor y se metieron en el dormitorio a tirarse almohadas y gritar como en un loquero.

--- Ponete cómodo que ya vengo – le dijo Marìe a Nik y corrió detrás de los hijos y "aprontarlos"  para la escuela.

Enseguida se escucharon las quejas y los caprichos: esto no, esto tampoco.

Era norma decir ¡No! siendo peque con padres complacientes. Después se verá y tal vez terminen de grande, como Nik, diciendo a todo si, pensó Artemiev.

Nikita  pasó a una sala grande y antes de  sentarse  en el mullido sillón, se acercó al ventanal  y miró la lluvia sobre el jardín.


La casa de Dante, vista desde la calle, era una construcción antigua de fines de 1890 o principios del 900 y ocultaba los espacios grandes del interior con reformas que exhibían  un grado de riqueza que permitía esos lujos. 

Nikita reflexionó  si el confort y el cuerno de la abundancia, los eximía del sufrimiento cotidiano de abrir los ojos, lavarse los dientes y sentarse en el inodoro a cagar con el aerosol de ambiente en la mano.

Marìe Elena y Dante Juan Domingo  ¿Tenían motivos para putearse todos los días  por asuntos  dinerarios?

Nikita  no creía en la paz eterna, el amor, la compasión, el perdón ¡Era un puto siglo el que había empezado! Y, era infinitamente mas perverso y cruel,  que el “Cambalache” del siglo veinte de Discépolo.

”Hoy resulta que es lo mismo ser derecho que traidor, ignorante, sabio o chorro, generoso o estafador / Todo es igual, nada es mejor (…) no hay aplazaos ni escalafón, los inmorales nos han igualao / Si uno vive en la impostura y otro roba en su ambición, da lo mismo que sea cura “ 

Esta letra de Discepolo es de 1934 ¡Una canción de cuna! dijo Nik y se rió con la boca torcida como un desdentado  y molido ciudadano que  arrastra los pies en el corredor de la muerte agarrado a sus sostenes - verdugos.

¡Mirá vos, cómo el chingado se metió solito en el ataúd! Dijo Nikita nominándose.

Se volvió a la sala de cuadros, espejos y una biblioteca con algunos libros y una tonelada de suvenires: recuerdos de viajes, portarretratos y toda la electrónica de Garbarino o Musimundo:  no faltaba nada, tres Notebooks Dell ( una de ellas abierta), la pantalla del Smart 43” Full HD lo dejó a Nik bizco cuando sin cuidado lo encendió… se apuró en buscar como mierda lo podía silenciar y cegarlo.

Llegó corriendo Marìe Elena, le hizo una mueca, apagó el Smart tv y volvió a desaparecer.

Nik siguió mirando y recorriendo a la largo el modular de roble y  se pegó en las manos para no agarrar la Video cámara JVC., ni revolver los Juegos de Consola: PS 3, Fifa, NBA, Geare of war, Star Wars Infiniti 3.0. 


Nik chocó con el carrito de bebidas a su  izquierda
Saic Tonic  y  mirando  a la derecha descubrió el
Ralf Lauren

Mecho ¡Que  pasada!
Artemiev tenía a la vista una botella de Whisky importado y sin dudar  sacó un vaso y se sirvió un dedo, levanto el vaso y miró el nivel de color miel y  le agregó otro dedo y medio. 

Dio vuelta por ahí y finalmente se tiró en el sillón.  Apoyó la cabeza: pensó que los hijos de Dante y Marìe Elena tenían la misma edad que los suyos, concurrían a la misma  bilingüe subvencionada por los Alemanes del Volga y un "vuelto" de la embajada Alemana. Los niños formaban una especie de bandita de noviecitos alborotados. 

“¿Me estoy perdiendo algo?” Se dijo Nik mirando algún punto incierto del cielorraso.

El gato rayado y con una sonrisa, saltó de la ventana y se cruzó por la mesa enana, ronroneando con la cola enhiesta.

El círculo de encuentros y amistades se daba en un pueblo que naturalmente eran  de una u otra manera, todos eran o serían parientes ¡Joder!

Nik repasó su raquitico arbolito genealógico del círculo en el cual, sin querer estaba metido. Pensó que debería consultar al Profe. Hartman,  quien husmeaba desde hace 60 años, en documentos guardados en los archivos de viejas parroquias que registraban: casamientos, defunciones y otros datos valiosos para el historiador local. 

Hartman estaba lejos y Nik  se metió en aquello que  le constaba: en lo fáctico.

Eva era amiga  de Freuke, la madre de Freuke era prima del padre de Eva… todos Alemanes del Volga.

Marìe Elena era carnal de Eva y hacía gala de amistad con Freuke enlazados por los hijos de cada una  y toda la banda se mezclaba  en la escuela con las Fiestas  Patrias, Kermés, Colonia de vacaciones, Pijama Party, Halloween y otras monadas. Y desde que la bilingüe los abrazó en  la salita azul. Nik contabilizó los años con los dedos como si estos fuesen las bolas deslizantes del ábaco.

Nik conoció  a Marìe Elena, Dante, Papa Luigi y Eva (Reina de los Alemanes del Volga)  por  Freuke  (una de las princesas en el mismo certamen)  en el Gran Encuentro   de los Alemanes del Volga… sobrevivientes de los pioneros emigrados y  descendientes de varias generaciones hasta la actual: prospera, alegre, orgullosa de sus antepasados  y satisfechos de su pertenencia a la sociedad con raíces en la tierra criolla con escuela bilingue. 


¡Joder tío! Esta gente sí que se tapan con una frazada que los cubre tres veces!


¿Nikita, a qué círculo pertenecía? Tal vez con los años y si los chiquilines se encontrasen enamorados y encamados, sería pariente de Dante, Marìe Elena y Eva; formaría parte del grupo, con Papá Luigi y todos los Alemanes del Volga vivos. 

Y por si acaso, el viejo Artemiev, su padre, cuando se  vino de raje, tal vez, por alardear de su origen  ruso y nacido en Alemania, se acercó a la Aldea de los Alemanes del Volga.

¿Cómo preguntarle a un muerto?, se rió como el gato de Cheshire.



Sin embargo, el viejo Artemiev pudo haber   intimado con alguna mujer de la Sociedad de Socorros Mutuos, con consecuencias que lo obligaron a hacer mutis por el foro de la Aldea y volver a Buenos Aires en el primer Bus… así resultaría que Nikita, tenía chances de ampliar su círculo de familiares directos y parientes  como una espiral.

Por ahora, Nik estaba solo, con toda la soledad sobre su alma, sin hermanos, ni amigos a quien visitar.

Nik cruzó los brazos y el gato de Cheshire pegó un salto y se acostó.  

Nik sintió el ronroneó del gato acostado  cerró los ojos y lo escuchó  murmurar en su oreja.
* Ya sabes que los perros gruñen cuando están cabreados, y mueven la cola cuando están contentos. Yo gruño cuando estoy contento, y muevo la cola cuando estoy cabreado * dijo.

Nik le pasó la mano por el lomo, cabeceó y echó un ligero ronquido al lado de su amigo, el gato de Cheshire.



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"El Gato de Cheshire es un personaje de la novela  “Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas” de Lewis Carroll y tiene una característica singular: puede desaparecer gradualmente hasta que no queda nada más que su amplia sonrisa, haciendo notar a Alicia que muchas veces habrá podido ver  a un gato con sonrisa pero nunca a una sonrisa sin gato"

Fin
Relato 10 a.



“Los hechos y/o personajes de los “Relatos de Junio” son ficticios. Cualquier similitud con la realidad es pura coincidencia”

                         
luniolibro.blogspot.com.ar ¿Qué tiene Nikita Artemiev?


DEL ÁLBUM  DE  LOS  ALEMANES  DEL  VOLGA 










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TE  PUEDE  INTERESAR

juniolibro.blogspot.com.ar ¿Qué tiene Nikita Artemiev?

¿Y  su mujer Freuke? "¿Por qué no meterme en su cama? Pensó Nikita.  Pero   ese rollo estaba acabado y la intimidad sexual  desde  hace cinco años era ficción, no existía: Freuke cerró las piernas y cayó la persiana del kiosko,
En este punto,  Nik había perdido el rumbo, se levantó, corrió alrededor del escritorio y se derrumbó sobre el sillón. Estaba de puta madre ¡Mal! Con la mente alterada, deseaba poseer una mujer para liberarse de la presión de la sangre que vomitaba el corazón. 
Nikita era una bomba de tiempo.

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Los hechos y/o personajes de los Relatos de "JUNIO" son ficticios. 
Cualquier similitud con la realidad es coincidencia

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