¿Qué tiene Nikita Artemiev?: JUNIO 10b. Martes 11, 11:30 am

Ciudad del Este, Martes 11, 11:30 am.

Dante le dio a Nik un golpazo que lo hizo saltar del sillón. Se le cayó el vaso de whisky, abrió los ojos , levantó la cabeza y miró a Dante.

--- ¿Qué puta? – dijo.

Dante se rió.

--- ¿Durmiendo ruso?
Nik estaba turbado.

--- Te esperaba – tartamudeó.

Dante vestía la campera de cuero negro y llevaba anteojos de sol.
Lo miró con curiosidad.

--- ¿Para qué me esperas?

--- Se que tenés que irte de negocios ¿Me equivoco? Nada,me ofrezco a llevarte en mi Chevy amarillo ¿Vale?

Marìe Elena se rió.

--- ¿En el Chevy amarillo? No van a llegar ni a "Los Jacarandas" que está a 30 km – dijo.

Dante miró a su mujer y se volvió a Nik.

--- ¿Esa carcacha aguanta 150 km? -- dijo.
Nik se apuró.

--- Y 1500 también. Yo no tengo problemas ¿y vos? -- dijo.

Dante hizo un gesto con la boca, movió la cabeza y los hombros.

--- ¿Yo? No se...
Se sentó en el sofac pensativo, se paró y se fue detrás de Marìe al interior de la casa. Nikita lo miró y se preguntó "¿A este, qué mierda le pasa?"
A los 20 minutos regresó, le volvió a pegar en la espalda.
--- ¡No problem! Nos vamos -- dijo.

El viaje les tensó el cuerpo y empezaron a dar vueltas sin sentido. El gato percibió la agitación de los humanos y saltó al techo del modular.

“¡Vaya este gato rayado! Nos mira desde el techo y se ríe” Se dijo Nik.

Marìe Elena entró en la sala con los chicos de saco, camisa blanca, corbata y pantalones negros el varón y pollera negra la nena. Era el uniforme de la bilingue.

--- Saluden -- dijo a los peques.
Caminaron hasta la puerta, allí se pararon como un tapón en el pasillo, Marìe Elena miró a los dos tipos haciendo planes para irse, movió la cabeza "Están locos", pensó.

Y los tres salieron al día gris, sintieron el viento frío y la pertinaz lluvia que los obligaba apurar el paso, cada vez que pisaban la calle desde el lunes. Hoy no fue la excepción: y corrieron hasta el auto.

Dante se sentó en el sillón y le dijo a Nik que harían las cosas "Tranqui, tranqui".

--- ¿Querés unas líneas? – dijo.

Nik sacudió la cabeza.

--- Claro, dale.

Boludearon con otro whisky y la Led de fondo, con la imagen parpadeante y el sonido en el canal Crónica Tv.

Dante explicaba el itinerario como un GPS en vivo y directo.

Cuando regresó Marìe Elena, los vio en el sofac estirados y relajados.

--- ¿Prepararon algo para comer? --- dijo.

Y se perdió en el interior del laberinto de las habitaciones.

Dante pidió al Delivery por el Iphone: 3 pizzas, empanadas y una torta helada.
Nik lo miró. Dante no se había sacado los anteojos para el sol.
--- ¿Tenés algo en los ojos? -- dijo.
--- Nada, me gusta como me queda.

Llegó el cadete con las 3 cajas de pizza y las empanadas, y salió cagando aceite en la moto a buscar la torta helada bajo la lluvia.

Marìe Elena hizo lugar en la mesa chica de la sala y acompañaron las porciones de pizza con generosos vasos de moscato.

“Moscato, pizza y Fainá” de Memphis la Blusera. Dante puso el Karaoke y cantaron los tres a coro como chiflados.

“Lavalle a la hora 23, las chuchis hierven.

Las luces se encienden,

Calle Corrientes, se llena de gente, que viene y va,

salen del cine, ríen y lloran, se aman, se pelean,

se vuelven a amar y en la Universal, fin de la noche,

moscato, pizza y fainá,

moscato, pizza y fainá”

Para cuando la canción era "hit" en Buenos Aires, los tres tenían 3 años en el siglo pasado. Adrián Otero, el que la compuso y cantó con la banda, falleció en un accidente en el 2008 ¿Se volvieron viejos Maríe Elena, Dante y Nik en el nuevo siglo a los treinta y pico? O eran "saudades" que motivaban recuerdos de algún lugar, en los cuales habían dejado retazo de sus vidas en las calles céntricas de Buenos Aires.

No solamente cantaron karaoke, también se rieron de las pizzerías de la Ciudad del Este y los hornos pizzeros a gas envasado. Se hundieron en los recuerdos de las pizzas de Buenos Aires "¡La mejor pizza molde o a la piedra en horno de leña!"

Hace 12 años atrás, eran jóvenes, comían de dorapa engullendo la porción con un vaso de moscato en Guerrin Av. Corrientes; en Villa Crespo, “Angelín”; “El Cuartito” de Recoleta; “La Guitarrita” en Nuñez; “Nápoles” también en Villa Crespo; “Rosario” en Palermo; “La Universal” de Florida… cada barrio tenía su pizzería y los tres terminaron añorando todo: Parque Chaz, Plaza Francia, Plaza Rivadavia, San Telmo, Av. Corrientes, los teatros Off, Astor Piazzola y la concha de la madre.

“¿Dónde mierda vinimos a parar?” dijo Nik y los tres largaron una carcajada que obligó al gato levantar la cabeza y mirarlos, sin pestañar.

Sobrevino la pausa para la digestión.
La sala sobre calefaccionada los había dejado pesados y somnolientos.

Dante prendió un porro y se lo fueron pasando en ronda; después Marìe Elena y Dante se retiraron al dormitorio y Nik se acostó en el diván. Estaba cansado, se le cerraban los ojos y cuando el gato saltó a su lado ronroneando no le importó. El gato apoyó la cabeza en la panza de Nik y los dos se durmieron.

Nik no supo a que hora Marìe Elena atravesó la sala; el gato saltó y con la cola levantada como un periscopio, la siguió.

Entró Dante arreglándose los pantalones.

Mientras Marìe Elena preparaba café, el gato saltó a la mesada, tomó leche de un plato hondo y desapareció.

Marìe Elena trajo el café, la torta de chocolate y tres copas de coñac.

Marìe Elena salió a buscar a los chicos a la escuela, dejó a Nik y Dante pesados y tirados en el sofá con la mirada perdida en el brillo de la pantalla de la televisión.

Estaban somnolientos y aletargados por el whisky, el coñac y la alefacción. Dante sacó un porro, lo prendió y empezaron el pasaporro sin hablar y con los ojos entrecerrados.

Nikita miró el reloj.

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--- Mirá la hora -- dijo.
--- No importa ruso. Si no nos vamos hoy, nos vamos mañana.

Nik no contestó, tomó un trago y pensó "Hoy es martes y tengo que volver otra vez al piso de la Torre de los Maestros ¿Cuándo mierda nos vamos?

FIN

RELATO / 10

"Los hechos y personajes de este Relato son ficticios. Cualquier similitud con la realidad es pura coincidencia"

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SEGUIMOS EN CURSO

RELATO 11

Nik se desperezó.

--- ¿Qué hacemos?

Dante lo miró.

---Aguanta, ya vengo -- dijo

.Para Nik, estar solo, sin que nada lo distraiga, era fatal. ¡Mierda, estaba destruido! Husmeo entre los pocos libros.

Encontró en el estante dos libros que Nikita le había regalado a Eva. Un puto descubrimiento para encabronar su pinche humor.

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Este asuntillo “¡Querés coger, pagá!” de la noche anterior, lo sacó de la cancha con tarjeta roja escrachada en su jeta y Nikita reaccionó mal, ofendido y en caliente se fue de mambo. Si hubiese pensado diez segundos, reconocería que las palabras de Freuke “¡Querés coger, pagá!" No tenían nada de sorprendente u ofensivo, porque a Nik le sangraba el culo de pagar todas y cada una de las cuentas de la familia. Era una provocación y desprecio que Freuke le tiraba cuando Nik se ponía pesado.

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