sábado, 10 de diciembre de 2016

JUNIO 11 b. Martes 11, 6:37 pm


   ¿Qué tiene Nikita Artemiev? juniolibro.blogspot.com.ar




Ciudad  del  Este, martes  11,  5:42 pm.

El viejo paraguayo, era muy flaco y alto.  Tenía puesta una boina debajo de la cual le saltaban los pelos blancos de la cabeza, un traje sastre  y una bufanda blanca nueva. Llevaba zapatos  que despedían brillos  y un sobretodo largo. Parecía un tubo negro  parado.

Dante movió la cabeza desde el diván con el termo en la mano derecha y el mate en la izquierda.
--- ¿Cómo entraste Paraguayo?
--- La puerta estaba abierta. Tendrías que tener más cuidado Dante.

La piel del viejo era blanca, lechosa y completaba su aspecto:  los  ojos astutos, nariz aguileña y pómulos chupados.

Nik no les prestó atención y fue al baño. Nikita estaba siendo vapuleado por el animal que tenía metido bajo su piel: se daba  bofetones por imbécil, pendejo "¿Cómo mierda se me ocurrió acercarme a Eva y derribar su amistoso cariño y hasta cierto amor, con una legua de alcohol y la parrafada de palabras que había plagiado a la película "Korzac"?" se dijo en el baño mirándose en el espejo. La respuesta de Eva fue un golpe certero en el hígado y un palo en la cabeza. "¿Qué va a pasar ahora?", se preguntó.


Nik,  apoyado en el lavatorio, gritó de rabia  sin emitir sonido. Después se lavó la cara, buscó en los cajones blancos, el frasco del enjuague bucal Listerine. Se enjuagó la boca y casi se ahoga, el boludo. Tosió como un demonio   y volvió a la sala.

Nik,  se había refrescado, sí, pero caminaba en Babia, flotando en el perfume  jazmín- rosa  de Eva. 

El   paraguayo estaba sentado con  Dante. Había terminado de chupar  la bombilla del mate, lo dejó en la mesa ratona de cristal, se levantó y se abrochó el saco y el sobretodo.

--- Estuve con Papa Luigi y me dijo que quiere verte. Traje algunas  novedades – dijo.

En ese momento pasó Marie Elena. El paraguayo se dio vuelta.
--- ¿Cómo está señora Marìe Elena? Permítame – se inclinó y le besó la mano.
--- ¿Qué hace hombre? – rió Marie Elena.
--- ¡Saludo a la reina del hogar! –dijo.

Marìe Elena movió la cabeza y se fue.
El viejo se volvió a Dante.
--- Vamos – dijo.

Dante se levantó, trajo la campera, se puso los anteojos negros.
Miró a Nikita.
--- Ya vengo – dijo.

El paraguayo salió a la calle seguido por Dante y Nik.
Estaba oscureciendo, llovía y hacía un frio de cagarse.

¿A dónde iba Nikita?  Dante se dio vuelta. Nik, se inmutó: no iba a ningún lado, dio la vuelta y regresó a la sala. 


El viejo y Dante subieron al Mercedes Benz, sedán 250, Cv 204.  El auto brillaba como  un espejo negro.

Pasaron por el costado del Chevy amarillo  y se perdieron en la oscuridad. 

Nik se sentía mal por toda las cosas   que le había tocado jugar desde el lunes, saltando en una infernal cola de tipos desesperados como él, en la calle del banco cumpliendo como un soldado  el urgente llamado del gerente.  "¿Y ahora qué querés?" giraba la mente sobre esa pregunta que le haría al gerente. 
     
“Mi respiración va disminuyendo, y mis días se van apagando y ya no me queda más que el sepulcro” (*) susurró y miró al carro de las bebidas.

¿Dónde mierda estaban todos? Se arrastró hasta su objetivo sin dejar de hablar  “ He pasado a ser objeto de risa para mi amigo” (*)

Nik  estaba solo en la sala. Tan solo, que hasta el gato se perdió.  “Despercio al desdichado  - así juzga el satisfecho” (*) Nikita estaba loco. “Por una sonrisa de Eva, una palabra suya, le cocinaría todos los días Goulash con spatzles” y decía disparates.

Nik se sirvió Whisky “Red Label”  y vio a Marìe Elena pasar hacia la cocina. Ella no lo miró y él  no supo que hacer y se sintió como un pelotudo parado con el pesado vaso Old – Fashioned Glass en la mano. 

“¿Qué mierda estoy  esperando?” pensó “Te dejaron solo boludo” Se contestó. “Sería de buen gusto que me fuese” Nik dudó  “¿A donde?”

Antes de cerrar la puerta, anhelaba ver y sentir a Eva saltar a sus brazos, abrazarla a su piel    y  caminar con el peso en sus brazos, la boca pegada a su boca y su lengua entrelazada y sentir sus piernas apretándole la cintura y las manos de Nik sosteniéndole el culo en el aire, tirando a su paso, sillas, jarrones, lamparas, hasta encontrar  un espacio libre en la pared, donde jadeando, la estampillaría  ¿Hoy se producirá el milagro?

Nik salió a  un corredor no muy iluminado. 
Caminaba con el whisky en la mano, un habano grueso Montecristo “Open Master” que le robó a Dante y le preguntó a Eva.
--- ¿Qué es? – dijo.
Eva lo miró.
--- ¿De qué hablás?

---Vayamos al jardín. Quiero decirte una tonelada de palabras.
Eva se rió.
--- Me vas a sepultar bobo.


Miraron la noche y la lluvía detrás de la enorme puerta balcón. A Nik le llamó la atención que no veía sus cuerpos reflejados en el vidrio.
--- ¡Si pudiésemos sentarnos en esos bancos! -- dijo.

Cuando Nik abrió los ojos, Marìe Elena lo miraba.
--- ¿Te dejaron solo?
--- Fueron a cargar zapallitos – dijo riéndo (**)

Marìe Elena no entendió que decía ese pelotudo, movió la cabeza con desagrado y otra vez Nikita quedó boyando en el amplio salón de la casa de Dante.

Por ahí, asomó Eva y Nik sintió que su corazón daba un vuelco.
--- Por favor, Eva.
--- ¿Qué?
--- Sentate acá ¿Puedo contarte una historia graciosa?

Eva dudó y se sentó con precaución. Nik se apuró en servirle un Gin Tonic. Hacía puntos para atraer su atención con la  esperanza de que continúen su amoroso diálogo, salteando  la tontera que  recitó hace una hora para impresionarla(***) 

--- ¿Qué querés decirme? – dijo.
---¡Contarte! Contarte una historia de amor y desencuentros.

Eva amagó levantarse y Nikita la detuvo.
--- Es Historia argenta – dijo.

Sacó dos cigarrillos, los prendió y le ofreció uno  a Eva.

Los ojos de miel de Eva se posaron curiosos en  Nik.  
--- ¿Qué pasa? ¿Qué  historia? -- dijo.
--- Esta historia le pertenece al círculo cerrado de la High Society porteña del siglo XIX ¡150 años atrás! ¿Qué te parece?
--- Huele a naftalina. 

Nik miró a Eva, sonrió. Le alcanzó el Gin Tonic y con su vaso de whisky importado  "Red Label", habló con entusiasmo.

--- Tiburcia Dominguez  tenía diecisiete años y se caso con el “Boga” Salvador María del Carril, de 46. Hombre de la política y   afortunado  por donde lo estudies. Un carrerón político; desde  firmar el fusilamiento de  Dorrego hasta ser Vice de Urquiza.  Los descendientes, de todos los tiempos, están peleados y cada uno no terminan de contar la herencia que ligaron.

Eva estaba fastidiada,
--- Nik, ¿Qué carajo querés decir?  No entiendo, ni me importa ¿Sos estúpido? -- dijo.
--- Por favor, por favor. La pareja de Salvador del Carril con Tiburcia tuvieron 7 hijos. 

A Eva se le incendiaron los ojos ¡Ella no podía tener hijos! Nik avisoró la tormenta, cayó de rodillas y se refugió en ella.
--- Perdoname, perdoname, perdona mi corazón torpe que sufre por una mirada tuya, una sonrisa, un beso.

Nikita hablaba con tanto dolor que las palabras caían húmedas. Tenia apoyada la cabeza en el regazo de Eva y le abrazaba el talle. No era una situación cómoda para la muchacha y  trató de separar al pegote.

---Terminá con el cuento – dijo.
Era eso, un salvoconducto para evitar como  los lamentos de este tipo le taladraban los oídos.
Nik se levantó, carraspeó  se rehízo y continuó con la historia.

--- Tiburcia era una compradora compulsiva: carteras, trajes, perfumes…¡Un millón de cosas!  Todo importado, traído por barco desde Londres, Paris, Roma. Los gastos de Tiburcia volvieron loco a Don Salvador del Carril que le dijo que esa conducta compulsiva debía terminar de inmediato. Tiburcia lo escuchó como quien escucha los cantos de las avecillas de la pajarera y siguió comprado al barrer las novedades de Gath & Chaves de la Central de la calle Florida. A pesar del enojo de Don Salvador del Carril, Tiburcia se encogió de hombro y continuó con las compras y los execivos gastos. Entónces, Don Salvador, colérico, sanguíneo, expeditivo, mandó una solicitada a todos los diarios:  “El Nacional” “La Nación”  “La Prensa Nacional”  “La Tribuna”.  El texto  del ucase (Decisión autoritaria sin apelación)  “No me haré responsable del pago de nuevas deudas de la señora” Cuando Tiburcia Dominguez leyó la solicitada ¿Cómo crees que actuó?”  Dice la crónica que en ese momento, Tiburcia le puso el punto final a su relación de amor. Estuvieron casi 30 años sin hablarse viviendo en la misma casa.

Nikita miró a Eva y Eva se levantó y se le acercó. Nik sintió el perfume ... jazmin y rosa, lo mareo y casi se desploma. Nik se quedó como una estaca:  Eva le pasó un dedo sobre su nariz.
--- ¿Qué pasó? – dijo.

Nik volvió a carraspear mientas fijaba la atención en la historia que contaba.
--- Cuándo don Salvador murió a los 84 años. Tiburcia preguntó “¿Cuánto dejó?” ¡Bastante! Y tanto, que instruyó a los arquitectos franceces, italianos, que, con los mejores materiales del mundo, construyan un castillo en Lobos y en ese Castillo de Lobos se dio el gusto de  viuda alegre.

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 Eva lo miró.
--- ¿Eso es todo?
--- Falta un detalle. Tiburcia hizo construir un mausoleo en la Recoleta para Don Salvador, su finado esposo. Después de años de “Vida Loca” le tocó despedirse, pero   antes de cerrar los ojos, le exigió a sus arquitectos que cumplan con su última voluntad.

Eva  le tendió a Nik la copa vacia del Gin Tonic.
--- ¿Qué voluntad? – dijo.
--- Tiburcia gritó  “No quiero mirar en la misma dirección que mi marido por toda la eternidad” Ordenó que  colocaran su busto, en el mausoleo, de espaldas a Don Santiago del Carril.



Nik largó un  carcajada como catarata,pero, en todo caso, no era el momento más oportuno

Eva se levantó.
--- Estas loco – dijo.
--- ¿Por qué?  No te das cuenta ¡30 años sin hablarse!

Eva  esquivó el abrazo de Nik y tampoco presto atención que sus  ojos  la miraban con ardor y una secreta lumbre de amor . Eva no prestó atención a Nikita Artemiev.
  
Y a Nikita  se le distorsionó la cara de bronca, mientras veía la espalda de Eva alejarse.
--- ¿No me vas hablar  por 30 años? – gritó.

 Referencias

(* )   La ira de Job ( ver La Biblia)

(**) Eran zapallitos "revueltos"... pero con marihuana
“Siete personas quedaron detenidas en un operativo antidroga en la que se decomisaron 2.543 kilogramos de marihuana ocultos dentro de una carga de zapallitos. El camión de carga que transportaba la droga, de origen paraguayo, fue interceptado en la localidad de Laguna Naineck, a 45 kilómetros de Clorinda, cuando que personal de Gendarmería realizaba controles rutinarios. Las más de 2 toneladas de marihuana, repartidas en 3.729 paquetes, estaban dentro de una carga de verduras.
Ver: Redacción Dia a Dia.
(***) Nik había pegado en su cerebro los subtítulos de “Korzak”, película de Bela Tarr y abrumó a Eva con ese larguísimo monólogo  (Ver en 11 a.)



"Los hechos y/o personajes de "JUNIO" son ficticios. Cualquier similitud con la realidad es pura coincidencia"

FIN 
RELATO  11 b.

SEGUIMOS  EN  CURSO




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Nik tambaleo hacia Eva, el corazón le saltaba, sus manos temblaban y se pego a la espalda de Eva (...) El aliento a alcohol  de Nik  golpeó a Eva. Se dio vuelta.

Nikita  tenía la mirada ardiente y el rostro en la sombra.
 --- Por favor quiero hablarte –dijo.
Eva solamente levantó la cabeza y Nik se le acercó hasta que sus cuerpos se tocaron.





Sentarse en las cenizas entre dos banquillos es ser indeciso   (Proverbio flamenco)


¡Mierda que se lo veía a Nik jodidamente chingado  sin brújula y a la deriva!
Nik tambaleo hacia Eva, el corazón le saltaba, sus manos temblaban y se pego a la espalda de Eva. El aliento a alcohol  de Nik  golpeó a Eva y se dio vuelta.
Nikita  tenía la mirada ardiente y el rostro en la sombra.

 --- Por favor quiero hablarte –dijo.

"¿Qué puede el humo hacerle al hierro? No tiene sentido intentar cambiar lo que no se puede cambiar"   (Proverbios flamencos)





Nikita tocó la aldaba de la  puerta vieja de la casa de Dante. Se atajó de un ramalazo de viento y agua y escuchó a Marìe Elena taconear por el corredor gritándoles a los chicos que dejen de boludear y que se preparen para ir a la bilingüe.

Marìe Elena abrió la puerta, Nik la saludó con un beso en la mejilla y el aliento a  vodka le llegó a la mujer “¿Tan temprano Nikita?” Pensó decirle, pero disimuló.
Marìe Elena tenía puesto un vestido rojo estampado con motivos florales y el escote  abarcaba  parte del generoso busto del cual asomaba el prolijo tatoo de colores pastel: un pequeño bouquet  floral saliendo de la unión de los dos senos. No se había terminado de vestir  y mostraba un angelito, otro tatoo coloreado, en el ante brazo derecho. Nik supuso que sobre su piel tendría dibujos en la cintura, tal vez en el triangulo, arriba de la unión de los glúteos  y en la intimidad de otras partes del cuerpo.
Nik perecibió el halo  sexual que despedía  Marìe Elena  y miró  los senos  y el pequeño tatoo: un bouquet floral que nacia entre ellos. Nik miraba complacido, como un idiota. 
Nada de esto hubiese sucedido si Marìe Elena tendría en cuenta que  “Papers universitarios alemanes”  afirmaban: “Si un hombre mira fijamente los senos de una mujer, puede vivir cinco años… mirar los senos de las mujeres diez minutos al día, prolonga la vida, ya que equivale a hacer 30 minutos de ejercicio aeróbico debido a cambios producidos en la presión arterial y los biorritmos del corazón”

Seguramente, de saberlo, Marìe Elena hubiese dicho “¿Y a mí que me importa? No me gusta que me miren asi”







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